Un tigre, un búho y una tortuga, nuevos aliados de nuestro Plan de Mejora Personal

Un tigre, un búho y una tortuga, nuevos aliados de nuestro Plan de Mejora Personal

Los alumnos de segundo ciclo de Educación Infantil han sido espectadores de una representación de guiñol cuya intención va mucho más allá del simple divertimento. Una fábula sobre la soberbia, la fatalidad, la generosidad, el arrepentimiento, la empatía y la amistad que ha servido para introducir a tres personajes (tigre, búho y tortuga) que simbolizan estilos de comunicación y actuación diametralmente opuestos.

A partir de los 5 años, todos los alumnos, junto a tutores y familia, entran a formar parte del Plan de Mejora Personal, implantado en nuestro Colegio desde 2018. Se trata de un gran lienzo, un mapa que permite al alumno definir quién quiere ser y sus objetivos para alcanzarlo. Esta es la base de una nueva tutoría, llena de contenido y muy dinámica, donde la reflexión y el intercambio son parte fundamental.

La psicología cognitiva se basa en la forma que tenemos las personas de interpretar la realidad, es decir, tal como pienso, siento y actúo. Con la interpretación que hacemos de las situaciones y sucesos que vivimos, se genera una emoción determinada que será la que nos llevará a la acción.

El alumno debe ser consciente de cómo se siente ante esa realidad que se le presenta, ya sea positiva o negativa. Para los niños que no son capaces de verbalizarlo, los profesores utilizan el Mood Meter, un indicativo de emociones a través de los colores.

De ahí pasamos al ‘pienso’, recordando esos valores que previamente han dejado por escrito y que les van a impulsar a alcanzar la mejor versión de sí mismos (My BestSelf). Es en ese punto donde se intenta provocar en el alumno una profunda reflexión y autoconocimiento compartido con el tutor y su familia. Esos valores que él mismo elige, le servirán de brújula para alcanzar unos objetivos de mejora a nivel personal, académico y como ciudadano del mundo, en definitiva, su mejor versión.

Es el momento de actuar y reaccionar y ahí radica la importancia del cómo lo hacemos. Volvemos a los personajes que los alumnos de 3 y 4 años han conocido en el guiñol: el tigre es agresivo, egoísta, controlador y muy mandón; la tortuga es pasiva, conformista y nunca quiere entrar en conflicto; por último tenemos al búho: asertivo, equilibrado, calmado, firme y conciliador. Una vez que los niños ven las estrategias de cada uno de los personajes ante una realidad, pueden llegar a comprender los diferentes estilos de comportamiento con los que pueden ellos afrontar el día a día.

Se trata de una herramienta de aula que acompaña el plan de mejora personal, que tiene trazos de los atributos del perfil del alumno CVE y que, en el caso de los alumnos de 3 y 4 años, pretende ser un germen de la acción tutorial en la que participarán en los siguientes cursos. Ante un posible conflicto o situación, es más fácil rememorar esta historia y sus personajes y preguntarles si quieren comportarse como la tortuga, el tigre o el búho antes de que entiendan ciertos valores con los que no están familiarizados.